martes, 6 de enero de 2009

Ponferrada en el Sistema de Ciudades (1998)

Ponferrada es una ciudad fundamental para configurar lo que debería ser el desarrollo general y equilibrado del Noroeste Peninsular, de su sistema de ciudades, y, en particular, de los de la Provincia y de la Región Leonesa, sea cual sea la configuración de ésta.
Ponferrada no parece haber sido objeto de un especial estudio sobre su papel estratégico ni tan siquiera por sus autoridades locales y creo que vale la pena detenernos en algunas consideraciones que, aunque son evidentes, no siempre son tenidas en cuenta a la hora de establecer prioridades y tomar decisiones.
Cuando hablamos de Ponferrada debemos hacerlo pensando en la conurbación, es decir, en el conjunto de la población propia y de la próxima que utiliza sus servicios con periodicidad prácticamente diaria. Esto nos da una apreciación más real de su relevancia. De esta manera, debemos considerar el área metropolitana como la suma de otras poblaciones próximas y de Ponferrada ciudad (38.000) con lo cual los habitantes a considerar pasarían de 60.000, que tiene aproximadamente el Ayuntamiento, a unos 80.000, que es una cifra mucho más significativa. Ponferrada se encuentra entre las 83 municipios españoles más importantes por población (padrón de 1996). Según el diagnóstico del PDI (Plan Director de Infraestructuras), el más completo de que disponemos, la encontramos entre las 63 ciudades más relevantes en el futuro mapa hispano peninsular.
El centro urbano de superior nivel en la jerarquía de ciudades en torno al que gravita Ponferrada es León-San Andrés, que con sus 210.000 habitantes (según La Caixa) supera los 90.000 de Lugo y los 110.000 de Orense. Además es León la única conurbación de escala superior con la que conecta por medio de una serie concatenada de ciudades que forman un corredor. En los otros casos hay grandes discontinuidades sin apenas población como el espacio entre Monforte de Lemos y Orense o el que encontramos entre Becerreá y Lugo.
Ponferrada se ubica, por tanto, en un corredor, una zona con alta capacidad para aglutinar tráficos de bienes y servicios, y esto lo convierte en una de las bases para sostener el potencial desarrollo de cierto eje industrial que ya se cita en el PDI. Ese eje suprarregional conectaría el núcleo León-San Andrés con Monforte a través de Benavides-Hospital-Veguellina (pequeño centro ahora debilitado tras el cierre de la azucarera), Astorga, Bembibre, Ponferrada-Camponaraya, El Barco de Valdeorras y Quiroga. Para tomar conciencia de la importancia de dicho eje potencial de desarrollo baste decir que sobre él se concentra el 55 % de la población leonesa.
¿Por qué Ponferrada es especialmente importante en este pasillo?. Una razón es que esta urbe aglomera la mayor cantidad de efectivos humanos de todos los centros intermedios. Una caída de población en la zona tendría efectos atenuadores para el potencial de crecimiento de todo el grupo. Una segunda clave de su importancia es que Ponferrada es, en realidad, un punto desde el que se puede acceder en condiciones inmejorables a todos los puertos gallegos por la futura autovía Nacional VI y por el nudo de comunicaciones de Monforte (20.000 habitantes), gran apuesta en política de comunicaciones de la Xunta de Galicia. Ponferrada conecta por vía rápida con el corredor rápido Lalín-Chantada-Silleda, que comunica con todas las capitales gallegas y con Santiago, y con la vía rápida de Os Peares que conduce a Vigo por Orense.
En definitiva, Ponferrada tiene un posición privilegiada de acceso y salida a Galicia. Además, no es un punto aislado ya que Astorga desempeñará el mismo papel en breve con salidas por autopista a Madrid, y a León. León desempeñará también ese papel hacia Asturias y hacia Burgos. El hecho de reunir tres núcleos distribuidores de tráfico relevantes (cuatro considerando Benavente) en tan poco trecho sólo se producirá en León, en Barcelona y en la cabecera del eje del Ebro cuando la red básica de autovías esté concluida. Las sinergias que esta circunstancia puede producir para el asentamiento industrial y el desarrollo de una oferta de servicios acorde son enormes. Su aprovechamiento depende fundamentalmente de las capacidades de asesoramiento, visión global, reivindicación, coordinación y gestión de nuestros políticos.
Ponferrada, sin embargo, presenta ciertas debilidades que deben ser consideradas y tratadas cuidadosamente por quienes tienen las responsabilidades para ello. Ponferrada se ubica en el margen de una provincia marginal dentro de una Comunidad Autónoma también marginal desde el punto de vista político. Los territorios de la Comunidad Autónoma vecina que lindan con el área de Ponferrada están escasamente poblados, en cierta medida desligados de la cultura galaica y, por ende, de su sistema económico, por lo que son marginales también. Esto produce una enorme debilidad en la periferia del corredor para emprender un camino de crecimiento.
Ponferrada es uno de los tres centros urbanos sobre los que gravita el sistema económico-cultural leonés, un conglomerado comarcal escasamente evolucionado desde el punto de vista industrial y desarticulado por la falta de vías de comunicación; muy especialmente entre el norte y el sur. Una falta de visión global, una planificación desarrollada en dependencia del acontecer político, siempre coyuntural y cambiante, puede producir el desvío de fondos públicos a obras de importancia secundaria. Esto puede poner en dificultades el desarrollo presente y futuro de la economía de toda la zona.
Dicha preocupación se basa también en la posible pérdida de población que Ponferrada podría sufrir por los procesos de reconversión de la minería del carbón y de la producción de energía en su área.Si las medidas correctoras del negativo impacto que sufrirá el empleo no se toman correctamente, los ponferradinos, todos los leoneses y todo el cuadrante noroeste sufrirán unos efectos demográficos que tardarán décadas en superar.
En este sentido causa estupor observar el destino de los fondos de reconversión minera. La mayoría de los mismos se atomizan en mil y una obras menores, de escasa entidad, sin resolver los problemas de comunicación fundamentales. ¿Quedarán al final todas las cabeceras de comarca, subcomarca y valle perfecta y magníficamente comunicadas con una gran vía o con una de las dos grandes ciudades de la provincia?. Si la respuesta es negativa, y creo que lo es, algo se está haciendo muy mal en la planificación del gasto de esos fondos. Por otra parte los 6.000 millones para el campus de Ponferrada parecen lo mismo que los 15.000 para el campus de Mieres: una inversión poco proporcionada.
En definitiva, Ponferrada merece y necesita un análisis estratégico detallado realizado por personas independientes, es decir, ajenas incluso a esta Autonomía y al Noroeste. Los recursos económicos son escasos y, aunque hoy haya algunos más llegados por las vías de las subvenciones, dentro de 10 años ni nos acordaremos de ellos si no son empleados con un rigor del que, creo, no se está haciendo el debido uso. Seguro que Ponferrada bien merece ese esfuerzo. Por ejemplo, ¿dónde figura la construcción de un helipuerto para conectar Ponferrada con los aeropuertos más próximos?. ¿Y la red de helipuertos en las subcomarcas mineras?. ¿Se va a perder esa oportunidad de bajo coste en unos lugares semiaislados?.

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