sábado, 3 de enero de 2009

León: Una Explicación sobre el Despoblamiento (1999)

El censo de población que el Instituto Nacional de Estadística ha publicado recientemente ha causado revuelo en la sociedad leonesa. Según éste, la Provincia de León perdió diez mil habitantes en tan sólo los dos años que van hasta el censo de 1996. Esta cifra es muy difícil de admitir por cuanto la mayoría de los efectivos se pierden en los núcleos urbanos, lo que, por ejemplo, en León -que perdió cin co mil habitantes- se hubiese traducido en una debacle del mercado urbanístico. Tal hecho no se ha producido. Parece lógico pensar que los datos de 1996 estaban mal estimados -por sobrevaloración-, o bien que los de 1998 son incorrectos -por infravaloración.
En cualquier caso el proceso de despoblamiento es la consecuencia de un movimiento más amplio que entronca con la propia proyección de la economía leonesa a través del tiempo. Los sucesos económicos deben ser interpretados a través de sus indicadores o cifras clave. Su conocimiento a lo largo de los años, como digo, nos permite saber cuál será la tendencia en un futuro más o menos inmediato. Esto es lo que se va a exponer para dilucidar lo que ha pasado en León en los últimos veinte años del Siglo XX. Evidentemente nos faltan datos de dos, 1999 y 2000, pero podemos adelantar ya algunos análisis.
Un elemento clave para el conocimiento de la economía que tiene incidencia directa sobre el poblamiento es la Población Activa Ocupada. Se trata de la cifra de personas que tienen trabajo obtenido a través de la Encuesta de Población Activa. Cuantas más personas trabajen, más población se puede fijar en una zona. La producción y mantenimiento de los puestos de trabajo va estrechamente ligada al crecimiento de la actividad económica.
Si observamos las cifras totales de ocupación en España desde el año 1981 podemos distinguir cuatro periodos de referencia:
1-Entre el año 1981(III T) y 1985(IV T) tiene lugar la segunda crisis del petróleo, que produce una caída del empleo hasta menos de diez millones y medio.
2-Entre 1985(IV T) y 1990(IV T) se ubica un periodo expansivo que culmina en 1987 con crecimientos históricos del P.I.B. de más del 5%.
3-Entre 1990(IV T) y 1994(IV T) observamos otra etapa recesiva que culmina en los meses de la Expo sevillana y que lleva el número de empleados por debajo de los once millones ochocientos mil.
4-Por último, desde 1994(IV T)nos encontramos en una etapa de crecimiento que acabará, si los sucesos económicos no varían sustancialmente, el año que viene. Al tercer trimestre de 1998, último dato disponible, había trece millones trescientos veinticinco mil cien trabajadores activos y ocupados. Eso supone un crecimiento del 20,8% sobre las cifras del 81.
¿Qué ha pasado mientras tanto en León?. ¿Y cómo evolucionó nuestra Comunidad Autónoma durante estos años, en los que se constituyó?.
Veámoslo por periodos:
1-1981 a 1985: en este periodo León sufre una brutal caída de efectivos de 44.000 personas ocupadas. Supone un 23,43% en sólo cuatro años. Nada que ver con los efectos de la crisis sobre España (-5,54%). El resto de la Comunidad Autónoma, recién formada, evoluciona de forma dispar. Dos provincias, una de ellas Zamora, superan el 10% de caída. Palencia crece algo. El resto pierden puestos de trabajo de forma similar a la media española. León es la que peor evolucionó con mucha diferencia.
2-1985 a 1990: es la etapa de consolidación de las instituciones autonómicas. En esta etapa de crecimiento León crea un 26,02% más de puestos de trabajo, unos treinta y siete mil. Sin embargo está a la cola de la Autonomía, sólo superada por Salamanca y por el desastroso dato de Zamora (+9,58%). Palencia ocupaba de nuevo la cabeza del despegue económico con más de un cuarenta y cinco por ciento de aumento.
3-1990 a 1994: una vez más el dato de León es el segundo peor. Ávila supera a nuestra provincia. León pierde veintiun mil puestos de trabajo.
4-1994 a 1998: en esta etapa expansiva sólo León pierde empleo; unos cientos de puestos de trabajo. El resto de la Autonomía crece, liderada por Valladolid.
Como se puede ver, León ha evolucionado mal tanto en las etapas expansivas como en las recesivas respecto a España y a la Comunidad Autónoma. Zamora, en donde se halla parte del territorio sociológicamente homogéneo con León, el trasEsla, acompaña a nuestra provincia en su marcha. No parece que el proceso autonómico haya tenido una influencia positiva en la creación de riqueza en León.
Los datos del conjunto estudiado son esclarecedores. Entre el 81 y el 98 el empleo en León cayó en 28.000 efectivos, casi un 15%. Le siguió Zamora con unos 9.000 menos, casi otro 15% de su Población Activa Ocupada. El resto de la Comunidad Autónoma ha crecido el 18% o más. Destacan Palencia (47% y 20.000 trabajadores más) y, sobre todo, Valladolid con 45.000 puestos de trabajo más y un 35% de crecimiento.
Pese a lo que se diga en círculos políticos son inevitables las comparaciones. En este sentido, tiene poca explicación que, si la Junta de Castilla y León y el Estado aplicaron las mismas políticas y presupuestos en dos provincias parecidas, como sostienen, la diferencia en creación de puestos de trabajo sea de 73.700 (45.500 creados en Valladolid frente a 28.500 destruidos en León).
Finalmente, cabe decir que la pérdida general de población de León está perfectamente explicada por la mala evolución de la Población Activa Ocupada. Sólo amortigua esta caída el regreso a nuestra tierra de muchos jubilados y el aumento de la media de vida de nuestros mayores. La gente joven no tiene donde quedarse a trabajar.
Referirse, por lo tanto, a los datos medios de la Autonomía para argumentar sobre problemas leoneses es un maquillaje frecuente. Como hemos expuesto, tergiversa la interpretación objetiva de los parámetros que deben servir como referencia. León, desgraciadamente, al menos en este caso, es muy diferente al resto del territorio autonómico.

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