jueves, 1 de enero de 2009

Autovía León-Burgos: Imprescindible (1999)

Causan sorpresa los titulares de La Crónica del Domingo, 7 de noviembre. En ellos se ataca con beligerancia la construcción de la autovía León-Burgos. Se dice que la mentada autovía presenta unas densidades de tráfico bajas, lo que llevaría a cuestionar la necesidad de esa obra. No voy a entrar en calificar la postura del articulista, pero deseo responder y pedirles o bien más rigor en sus informaciones, o bien que las expresen como opinión, puesto que opinión y no otra cosa es lo que ha expresado Don Carlos como paso a demostrar:
1-La autovía León-Burgos es la opción elegida para convertir en realidad un corredor este-oeste de comunicaciones que se diagnosticó como imprescindible en el Plan Director de Infraestructuras y que asumen todos los documentos de planificación posteriores.
2-Dicha autovía, cuando exista, repito, cuando exista, recogerá el tráfico hacia y desde Galicia (norte y centro) que hoy se ve obligado a ir de Burgos a Palencia, de ahí a Benavente y de Benavente a Astorga (y viceversa), y que, dicho sea de paso, es de un volumen enorme en pasajeros y mercancías.
3-La autovía León-Burgos, de la que hablamos, no existe. Hay un tramo, recién inaugurado, entre Onzonilla y Sahagún que está recogiendo sobre todo tráfico local. A partir de ahí se prolonga en forma de carretera atravesando la localidad de Villaherreros en una travesía muy peligrosa que ha ocasionado numerosas muertes en accidente (las tres últimas el mes pasado). De ah’ sigue hasta un puente del siglo XVIII, en Melgar de Fernamental, de un solo carril y prácticamente inaccesible para los grandes camiones articulados. Esto disuade a gran parte de los transportistas de recorrer esta ruta. Por lo tanto es imposible valorar su potencial al día de hoy. 4-La alternativa a esta autovía era otra para unir Benavente y Palencia, tal y como describe el P.D.I.. Dicha opción suponía que todo el volumen potencial de actividad económica del corredor se alejase de León. Varios leoneses, conscientes de esa posibilidad, trabajaron entre 1990 y 1993 para conseguir una decisión política en favor del corredor norte. Parece que no fallaron.
5-Al día de hoy nadie, ni el articulista, puede cuantificar el volumen de tráfico de la futura autovía León-Burgos, pero indudablemente será enorme y, por supuesto, en ningún caso comparable al de la ruta a Valladolid, la cual, por cierto, se podría hacer por autovía simplemente uniendo Sahagún y Palencia con pocos kilómetros más, un coste bajo y en un corto plazo. Como puede apreciarse, un análisis incorrecto acerca de la oportunidad de las infraestructuras puede ser muy dañino para los intereses de una región. Aprendamos de, por ejemplo, la pérdida, a principios de los 90, de los accesos a Galicia a través de Ponferrada. La pasividad de todos los medios y autoridades leonesas fue deplorable y propició una catástrofe económica sin precedentes.

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