martes, 31 de julio de 2007

Mejor Clos

Una de las noticias que ha ocupado espacio en la prensa veraniega ha sido la sustitución del Ministro de Industria. Como es conocido, José Montilla es un hombre cercano a Zapatero, que ha ocupado oficiosamente dicha cartera en la cuota del Partido Socialista de Cataluña.

La salida de Montilla del ministerio se debe a la incompatibilidad con su candidatura a la Generalitat. Sin embargo este movimiento puede tener efectos positivos sobre los proyectos de Zapatero en León.

La labor de Montilla en el gabinete presenta unos resultados pobres. Su perfil de hombre sin experiencia, falto de formación y ligado desde su juventud a las gestiones del aparato del partido, le daba una imagen gris. Los últimos dos años han confirmado los desfavorables pronósticos. El corolario a esa trayectoria se resume en la OPA de Gas Natural para adquirir ENDESA.

Aznar había cedido el control del negocio del gas a la burguesía catalana, a través de La Caixa, pero la maniobra se realizó con cierta diplomacia. La pretensión de Montilla de facilitar a este grupo el acceso a una porción relevante del mercado eléctrico se ha realizado con paso tosco. El último capítulo de desaciertos ha sido la despedida del ministro. Explicitar cómo había pactado su sustituto con Zapatero, dejando así al Presidente y al Rey de floreros, confirma que a Montilla le fallan el fondo y las formas.

Respecto a León se podría hablar de desinterés, cuando no de evidente aversión al proyecto del INTECO y al del CIEMAT en Ponferrada. Los modales mostrados en las visitas no dejaban lugar a dudas. La ejecutoria posterior, sometiendo a la desasistencia a ambos programas, no hacía sino confirmar los temores en los socialistas leoneses: Montilla quería el INTECO para Cataluña.

En consecuencia el proceso de cambio para León y España suscita alivio. Con Joan Clos a la cabeza del ministerio las cosas no pueden ir a peor en política industrial. Si la etapa Montilla se ha caracterizado por la inacción y la falta de visión estratégica en diversos sectores, la de Clos promete ser mejor.

El alcalde saliente de Barcelona ha desarrollado una capacidad de gestión notable a lo largo de estos años al frente del segundo consistorio de España. Se trata de un municipio en el que el sector industrial cobra gran protagonismo, por lo que el contacto con el mismo ha sido continuo. Clos es un hombre dialogante, según conviene la mayoría, y atenderá a propuestas constructivas fuera del ámbito catalán. Puede que sea un catalanista, pero formado, y este ascenso –que lo es, pese a lo que algunos digan- le aportará nuevas perspectivas. Por eso la entrada de Clos en el Ministerio de Industria puede ser la oportunidad que el INTECO y el CIEMAT necesitan para desarrollarse a un ritmo satisfactorio. La FSL debería aprovechar la ocasión.

1 comentario:

Peio García dijo...

...pues anda, que ha tenido Clos una entrada gloriosa, apagón incluido...
y, en el CIEMAT, los únicos que tienen "luz" son los enchufados por el aparato.
Qué cómodo es ser socialista para algunos...